La Fotografía y el Arte

Hola, mi nombre es Rossana pero me podés decir Ro. Nací en la primavera de 1974 y mi pasión por la fotografía la descubrí ya de grande, como a los 25, cuando me di cuenta que a través de una imagen podía expresar de una forma no verbal las más variadas emociones, sensaciones, sentimientos. Aprendí la técnica, en ese momento analógica, (con una Nikon réflex con película 35 mm y revelado blanco y negro) en el Foto Club Uruguayo y luego realicé talleres con Diana Mines y Roberto Fernández Ibáñez. Posteriormente cursé 5 años en la carrera de licenciatura en artes plásticas y visuales de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
A partir de mi contacto con la fotografía fui entrando en un mundo hasta entonces desconocido para mí y que nunca imaginé en ese momento que me conduciría a un viaje, que ya lleva 20 años, lleno de aprendizajes en todos los aspectos de la vida.
La fotografía fue un puente hacia las etapas más importantes de mi vida, entre ellas mi integración a Ayun Mapu. A partir de allí hace ya 8 años, el camino comenzó a ir más profundo yendo hacia el interior de mí misma, descubriendo-me y conociendo-me cada vez más. Otro mundo maravilloso, pero no por eso menos intenso en experiencias, se abría ante mí:
los Círculos Danzantes, de la mano especial de una “Hadita”, cómo le decimos a Natalia Chás, focalizadora y directora de Danzas Circulares Uruguay (DCU). Conocer y ser parte de las danzas circulares es mágico, es la vida misma y por ello siento un eterno agradecimiento. La fotografía es una participante más en los círculos, atenta a captar la esencia misma vivenciada en ellos, la energía que se logra generar cuando cada uno solamente Es, cuando todos somos iguales pero únicos, cuando todos somos Uno. La fotografía es un feedback positivo siempre, ya que tanto el fotógrafo como el fotografiado son espejos donde se reflejan mutuamente y dónde se pueden realizar infinidad de análisis más allá de la técnica, que llevan a un autoconocimiento para un crecimiento personal. En este camino descubrí que mi estado interior es directamente proporcional al reflejo en la imagen capturada. Así que imagínense el compromiso que decidí aceptar y que siempre intento serle fiel de una forma consciente. A su vez, el retratado también tiene su labor profunda ya que a través de la observación de la imagen puede analizar cómo estaba en ese momento, que estaba transmitiendo a los demás como un camino de autodescubrimiento. Etimológicamente fotografía significa escribir o dibujar con luz y es así como lo vivo, rescatar la esencia misma de una situación y dibujar con su propia luz una imagen que va a decir mucho y que va a servir de análisis profundo tanto para mí como para el observador.